La historia de la cosa.

mudanza¿Quién no se ha mudado alguna vez? Como dicen en España al cambio de casa. Una experiencia significativa en la vida de toda persona. Y no poco traumática, toda vez que significa un proceso complejo y lleno de vicisitudes imprevistas, por más que nos preparemos mental y físicamente. A veces con buen tiempo de anticipación. La clave es el embalaje de las pertenencias más personales, aquéllas que uno cuida más estrechamente, las más delicadas, como cristalería y loza fina, los objetos más significativos en la vida personal. No se confía en las empresas de mudanza, al menos no a cabalidad. Ellos embalan muy bien los muebles y los cuadros, tal vez también las lámparas, pero el resto de las cosas van siendo depositadas sin mayores contemplaciones en cajas y bultos. Los embaladores van avanzando como un frente de langostas devorando un trigal, sistemáticos, avasalladores, sin fijarse en la naturaleza de los objetos, guardando todo lo sólido que se atraviesa por delante. En la última mudanza, embalaron la ropa de la nana que nos ayudaba y que ella dejaba en el baño de visitas. Y la mujer debió regresar a su casa con el delantal de trabajo. En otra ocasión, embalaron las basuras que estaban en un rincón de la cocina a punto de ser eliminadas. Se anticiparon…o los descuidos tienen su precio cuando de embaladores se trata. Hay que estar pendiente, pero a veces es muy difícil seguirlos por toda la casa, cuando uno mismo está preocupado de ir embalando las últimas pertenencias que se han ido quedando en los cajones, las que habían estado siendo empleadas en la vida cotidiana, las que se pensó en un momento eliminar y que después de una última mirada cargada de nostalgia se termina por echar en una caja, engrosando el rubro «recuerdos varios».

Estos últimos artículos son los más conflictivos de todo el proceso de cambio. Siempre aparecen en gran cantidad. Van saliendo como pañuelos del sombrero del mago, chucherías varias, ropa antigua, recuerdos de los niños, souvenires de viajes realizados hace años, los aros que se usaron en la boda, las colleras de los 25 años de matrimonio, la vela que se prendió en la Navidad pasada en Buenos Aires…en fin, difícil de enumerar todas las posibilidades. Pero todas ellas significan algo. Nuestros hijos nos dicen ¿y para qué se van a llevar todos esos cachureos? ¡Pero nooooo! ¡No son cachureos! Es parte de la historia de la familia, es la biografía documentada en pequeños detalles. Cada objeto representa una situación determinada que evoca momentos específicos. No importa tanto la cosa misma, puede ser una nimiedad, un trasto sin valor, algo que se deterioró con el tiempo, pero que tiene una historia asociada que sí es significativa para cada uno. El valor no está en la cosa, sino en la historia de la cosa. Ella predomina sobre la tasación o el estado actual de la cosa. La cosa dejó de ser un objeto para transformarse en un momento, un recuerdo, una persona, un amor de la infancia, un sentimiento escondido, un último adiós de aquel hijo que se fue a vivir a Europa y no volvió más , un minuto precioso de nuestra vida, un jirón de la existencia.

El problema se genera cuando estos testimonios de la historia van siendo más numerosos que las pertenencias útiles de la vida cotidiana. Y las cajas con estos testigos de momentos inolvidables ya van superando a las otras más utilitarias.

¿Cuándo llegar al equilibrio? Ese es el tema.

 

Una respuesta a “La historia de la cosa.

  1. La mezcla de sentimientos ..en un cambio de casa son encontrados ..alegría, nostalgia,lagrimas ….y vamos a los recuerdos..desde una flor a un chocolatito ya devorado por supuesto la «»cajita .»»..la tocas y sientes esa calidez de quien la regalo…la flor?…una Camelia?por dar un ejemplo? ….seca sus Pétalos en un libro con delicadeza la proteges como el mas valioso tesoro …si …como eliminar esas y muchos recuerdos mas ..Pero la mejor posición a tomar ?…regalar esas cositas materiales …y llevarlos por siempre en tu corazón …el siempre esta dispuesto abrazar los mas bellos recuerdos y los mantiene intactos…y en los momentos que desees..simplemente abres tu cofresito y los disfrutas..vivirán eternamente impecables y puros .como el amor por cada uno de ellos .

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